Celebrantes de la muerte.
Los adoradores de crueles dioses
celebran la partida de su penúltimo héroe
y en la ruidosa celebración de la muerte
ajena
va implícita, creo yo,
la celebración de la muerte propia,
la celebración de la muerte toda.
Quienes no fuimos alcanzados por esa fe
ni lo seremos
no alcanzamos a comprender.
ni comprenderemos
los seguramente prefabricados y repetidos porqués
de ese ritual de alborozo colectivo
ante la partida del penúltimo héroe.
Quienes pertenecemos a las fes
de los antiguos dioses
aún tememos a la muerte.
Tanto le tememos, que no la celebramos
ni la celebraremos
jamás.
Lloramos a nuestros muertos
porque lloramos la muerte
La muerte toda.
.
Alfredo Arri. julio 2009
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